En la antigüedad, los griegos eran llamados “Helenos” o “Pueblo de Helas”, forma como se referían a su tierra natal. Hasta los días de hoy, Grecia se intitula “República Helénica” cada vez que su delegación de atletas lidera el desfile de apertura de los juegos olímpicos.
Cuenta la mitología que el mundo como lo conocemos tuvo inicio cuando Zeus provoco un diluvio para destruir a la humanidad. Él era el más poderoso de los dioses griegos, y consideraba a la especie humana cruel y mediocre.
Apenas una pareja consiguió escapar de esa catástrofe: Deucalión, hijo del sabio titán Prometeo –aquel que diera a los hombres el fuego, hasta entonces un don exclusivo de los seres inmortales- y Pirra, hija de Pandora – la primera mujer, que recibiera de los dioses innúmeros presentes-. El primogénito de esos sobrevivientes recibió el nombre de Heleno, y se volvió el legendario padre del pueblo griego.
Atenas
Cuenta las leyendas griegas que fue en la famosa Acrópolis donde ocurrió la batalla entre la diosa Atenea y Poseidón, el dios de los mares, por las tierras de Ática.
Atenea había sido escogida por el pueblo griego como su protectora después de hacer nacer un olivo de una piedra. Como homenaje, los atenienses construyeron un enorme santuario de mármol, originalmente pintado en colores brillantes, en una roca de 800 metros de diámetro. La Acrópolis, o ciudad alta, se erige a una altura de 70 metros de la capital griega,
Despintadas por el tiempo y castigadas por siglos de historia, las construcciones de la Acrópolis aun hoy continúan siendo admiradas y reconocidas como uno de los más grandes monumentos de la humanidad.
El Odeón
Fue construido en el 161 a.C., el enorme teatro tiene capacidad para 6.000 espectadores y dispone de una acústica impresionante.
También es llamado el Odeón de Herodes Atticus, en homenaje al político romano que proporcionó los recursos para su construcción. Fue reformado después de la segunda guerra mundial y recibe a artista de todo el mundo. [
La Orestíada
"La Orestíada tiene lugar un poco después de la guerra de Troya, aquella de Odiseo, Aquiles, Héctor y Helena. El conflicto es desencadenado por una manzana de oro dedicada “a la más bella”, lanzada entre las divinidades por Eris, la diosa de la discordia y acaba de hecho involucrando a la mujer más bella del mundo, Helena de Troya.
La primera parte de la trilogía se llama “Agamenón”. En ella, el personaje-Título, comandante en jefe de los griegos y rey de Micenas, ofrece a su hija Ifigénia en sacrificio. La reina Clitemnesta queda indignada y arma un plan para asesinar a Agamenón, con ayuda de su amante, Egisto.
La segunda parte de la trilogía se llama “Coéforas”.
Nueve años pasaron desde la muerte de Agamenón. Su hijo de Orestes, que había sido enviado secretamente a un país vecino, jura al oráculo de Delfos que irá a vengar la muerte de su padre.
Orestes regresa a su país a escondidas para eliminar a Egisto, con ayuda de su hermana Electra, y acaba encontrando a la verdadera asesina de su padre: su madre, Clitemnestra.
Clitemnestra suplica por su vida Orestes queda dividido por algunos momentos, pero no abandona la convicción de vengar la muerte de su padre, conforme a lo ordenado por el oráculo.
La interpretación de la obra se ve finalizada antes de la tercera parte debido al ataque de Mei poseído por Tifón contra Nicole y Shun.
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